Trata tu trabajo como una ficción. Como si estuvieras en una película rara o retorcida, y todo es falso.
Esto debería darte un poco de separación. Véalo como un medio para un fin, un trampolín para tiempos mejores. Imagina que eres un actor, y este trabajo es una película de mierda que estás haciendo.
Así que para hacer frente simplemente entrena tu mente para estar en otro lugar. Y que en definitiva son los perdedores. Sólo los perdedores “odian”.
Los que odian son débiles e inseguros. A las personas inseguras les gusta agitarse y ser gilipollas, porque su autoestima es el fondo del barril. Si hacen un ruido lo suficientemente grande y odian a los demás, tal vez las personas no se darán cuenta de lo mal que se sienten por dentro.
- ¿Por qué detesto el afecto? No abrazo ni beso a mi marido. Mis hijos se burlan de mis abrazos porque son más como palmaditas en los hombros.
- ¿Por qué me mira fijamente, como si le gustara, pero cuando le escribo un mensaje me habla como un extraño?
- Sabes cuando estás en una habitación llena de gente y comienzas a sacudir tu pierna y otras comienzan a hacerlo inconscientemente. ¿Alguien puede explicar esto?
- ¿Alguna vez has conocido a alguien que pensaba que era un salvador espiritual?
- ¿Está bien rechazar a los hombres en base a la atracción física?
Estás destinado a cosas mejores. Así que solo marca el tiempo y ríete de ellos desde dentro, mientras juegas con el rol de “quienes creen que eres”.