¿Qué es lo más triste que viste en el campamento de refugiados?

Una joven refugiada tendida en la zanja afuera de la Clínica médica del campamento, gimiendo de gran dolor mientras sostenía su abdomen. Ella había acudido a la clínica porque estaba sangrando abundantemente después de intentar un aborto autoinducido, por un embarazo que simplemente no podía afrontar. Los asistentes de la clínica le administraron la inyección típica para hacer que la matriz se contraiga, con la intención de extirpar cualquier placenta u otro material (humano o material extraño resultante del aborto), que aún podría estar en la matriz o en la vagina. Estos asistentes médicos pueden ser muy duros con las personas refugiadas en casos como este. Le aplicaron la inyección y luego la enviaron de regreso a caminar una milla o más hasta su tienda en el campamento. Estas contracciones del útero inducidas por un médico pueden ser muy dolorosas y la Dama cayó al costado del camino. Detuve el Camp Office Land Cruiser que conducía para ayudarla. Después de ponerla dentro, le dije a mi Asociada del campamento que la llevara a casa, ya que necesitaba atender a otra cosa que también presionaba. Me miró de forma extraña y me dijo: “No debemos dar ascensores a los Refugiados en los vehículos de la oficina”. Lo ignoré y, como él, mi asociado / asistente, le dije que simplemente la llevara a casa. Él obedeció. Pero La mierda golpeó al fanático al día siguiente, cuando el Director del Campamento me llamó a su oficina y comenzó a reprenderme por abusar de lo que él llamaba “uno de mis vehículos de la Oficina”. También lo ignoré, aunque estaba en su Black Lista para siempre. Finalmente me vi obligado a renunciar por otro asunto, donde descubrí que faltaban $ 5,000 en el Fondo de Mercadotecnia de los Artesanos del Refugiado. Pero esa es otra historia.

Puede haber mucha mala gestión y corrupción absoluta, así como prejuicios, elitismo de clase y discriminación sexual o religiosa, y todo, entre el personal de los Campamentos de Refugiados. Esto puede incluir a todos, desde personas de distribución básica de alimentos que reciben favores sexuales de parte de personas refugiadas a cambio de alimentos, a funcionarios superiores del programa de refugiados y de campamentos que compiten por favores o fondos “debajo de la mesa”, por así decirlo. Las personas refugiadas son tratadas como esclavos en estas situaciones, con pocos derechos para defenderse. Nota: Trabajé en Campamentos de Personas Refugiadas en África y América Latina durante más de diez años, como voluntario y como trabajador contratado.

Enlazado: Carmen Charles Rudd, Trabajadora de Ayuda Humanitaria Global.