Las relaciones matrimoniales son diferentes para diferentes parejas. Sin embargo, desde mi experiencia y la de mis amigos cercanos, algunas cosas son ciertas.
Primero, el matrimonio es un vínculo mucho más fuerte entre dos personas que una simple relación. No importa si los dos han estado juntos por un mes o diez años antes del matrimonio, hay dos momentos en que muchas cosas cambian: cuando se mueven juntas y cuando se casan.
Algunas cosas que cambiaron cuando me mudé junto con mi esposa estaban relacionadas principalmente con acostumbrarme a los hábitos, gustos y disgustos de los demás. Hay cosas que podrían causar problemas o que yo / ella necesitaba acostumbrarme. Esto puede ser cualquier cosa, desde el lugar donde puse mis calcetines hasta la forma en que lavó los platos, el tiempo que pasó en el baño, la música que escucho en casa, la forma en que cada uno de nosotros cocina y así sucesivamente. Ambos teníamos una forma de vivir antes de mudarnos juntos y había algunas diferencias entre nuestras formas a las que teníamos que acostumbrarnos.
Ahora, el matrimonio es más fuerte que vivir juntos. Esto también puede tener beneficios o partes malas. Antes del matrimonio, cada uno de nosotros tenía sus propios amigos. Algunos amigos se convirtieron en amigos comunes, otros (especialmente las chicas con las que solía salir) lentamente se hicieron más fríos con el tiempo, otros repentinamente dejaron de comunicarse conmigo o con ella, incluso si solíamos pasarlo bien juntos antes de casarme. Comenzamos a pasar mucho más tiempo con parejas a largo plazo o personas casadas en lugar de personas que no tenían una relación seria que tuviera otros intereses que nosotros.
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Otra gran cosa sobre el matrimonio es que encontramos lo que necesitábamos el uno en el otro, es mucho mejor hacer algunas cosas que solía hacer solo antes con mi esposa (como viajar, salir, comprar, cocinar y otras). Cuando uno encuentra a la persona adecuada para pasar una vida con todo, se vuelve mejor incluso si no cree que tenga algo que ver con su pareja antes. Por ejemplo, podría ser mejor para mí pasar unas vacaciones con mi esposa que con algunos amigos que quieren hacer algo diferente. Si paso estas vacaciones con mi esposa y mis amigos, siempre sé que tengo a alguien que quiere las mismas cosas que hago y podemos hacernos compañía el uno al otro, incluso si los demás hacen otra cosa.
Sin embargo, no pienses que el matrimonio es solo sobre arco iris y unicornios. Hay inevitables desacuerdos y peleas entre socios, pero mientras no se trate de cosas serias, pasan y después de un tiempo es como si nada hubiera sucedido. Este tipo de cosas no deberían desanimarte a ti ni a nadie, son totalmente normales, no hay dos personas que puedan ponerse de acuerdo sobre todo, desde dinero hasta comida, sexo, pasatiempos, etc.
Y, como conclusión, en una breve oración: la vida con mi esposa es mucho mejor de lo que sería sin ella, incluso si tenemos nuestras diferencias.