Por abrazos
Todo el mundo ama un abrazo. Hombre, mujer, niño, adulto mayor, humano, animal, todos amamos un abrazo. 
Por eso los niños abrazan a sus madres. Proporciona una sensación de seguridad, alivio, comodidad, calidez, felicidad, positividad. 
Los juguetes de peluche son enormes, cariñosos y diseñados para ser lo suficientemente livianos para ser transportados, pero lo suficientemente suaves y grandes para dar un buen abrazo.
Por estereotipos sociales.
Desafortunadamente, la sociedad hace que los niños crean desde una edad temprana, que es algo femenino abrazar a un oso de peluche. Está bien que un niño abraza un peluche solo hasta cierta edad después de lo cual se supone que es un niño y juega con juguetes infantiles. Y así, los niños pequeños rechazarán inconscientemente la idea de intentar un abrazo de oso. Sin embargo, las niñas no sufren la desaprobación y continúan disfrutando abrazando sus juguetes blandos.
Los niños tienen que esperar para envejecer y obtener el consuelo de los “abrazos de amigos” de amigos y hermanos. Es solo más tarde que reciben el consuelo de un abrazo de peluche de sus esposas e hijos.
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