Mi hija rompió con su primer novio. Ella tiene el corazón roto, no sé qué hacer. ¿Hay algo que pueda hacer?

Bueno, si te tomas esto en serio, probablemente seas una madre decente. Los adolescentes, asumiendo que su hija es uno de ellos debido a la mención del primer novio, o simplemente en general a las personas que abandonan su primera relación, son algo frágiles emocionalmente.

Dentro de sus poderes, esté ahí para ella si quiere desahogarse. Anímela a que se dé cuenta de que la relación no la definió y que ha valido como persona, a veces lo olvidamos. Si ella rompió con él porque era un imbécil, ayúdela a descubrir cómo evitar ese tipo de bandera roja en el futuro.

El helado ayuda.

No, no directamente.

Déjala que experimente lo que significa romper, es una experiencia valiosa de la que podría aprender mucho.

Déle tiempo para que procese lo que ha sucedido y escuche, hablar sobre cosas como esto ayuda. Aunque no la obligues.

Proporcionar un hombro para llorar, en caso de ser necesario.

No te alarmes si ella no quiere que la veas llorar, la gente procesa las cosas de manera diferente.

El consejo a lo largo de las líneas de “el tiempo curará estas heridas” no logra mucho. Es técnicamente cierto, pero necesita ser experimentado para ser comprendido.

Préstale el apoyo que pueda necesitar. Siempre es una subida empinada después de la primera angustia. Pídale que se tome este tiempo para mejorar su situación, tal vez pueda aprender a tocar un violín / piano, comenzar una rutina matutina, tales actividades realmente ayudarán a aclarar el complejo laberinto en el que podría sentirse atrapada.

Deja que ella experimente esto. Usted es el padre y debe reconocer que esta es una experiencia de aprendizaje para su hija. Está bien que ella esté herida y triste porque esto es triste.

Puedes estar allí si ella elige hablar contigo y simplemente decir que lamentas que haya pasado por esto.

Sí, ilumínala con la verdad más básica de la vida. es decir

“La persona más importante para un ser humano es ellos mismos, sin pensarlo”.

Pregúntele a uno de sus mejores amigos, comparta un poco de helado y cuéntele acerca de sus antiguos dolores de corazón, para que sepa que la vida no termina aquí.