Cariño, escucha sus palabras. Incluso si sus acciones dicen algo más, si todavía está diciendo las palabras, no se ha convencido y ese no es un trabajo que quieras asumir, lo prometo. Convencerlo de que a él le importa NO es tu trabajo. Si no puede admitir que le importa, tal vez no lo haga y tal vez lo haga. Si lo hace, entonces necesita ponerse sus pantalones de niño grande y decirlo. Si no, no pierdas el tiempo adivinando y esperando porque solo le estás permitiendo tener todo a su manera. Piensa en tu felicidad y en lo maravilloso que sería tener a alguien que diga abiertamente que se preocupa por ti. ¿Te imaginas lo maravilloso que es eso? Bien, ahora ve y busca a alguien con quien puedas compartir ese sentimiento.
XO- K