1. Aíslelos en una habitación confinada sin absolutamente ninguna estimulación física o mental durante algunas semanas.
  2. Difuminan su distinción entre fantasía y realidad.

Si alguien salta, eructa, vomita, estornuda, tose, orina y hace caca al mismo tiempo, volará su mente hasta el punto de un ciclo de locura interminable: la tradición popular de mi infancia.

Juega con ellos de maneras pequeñas y pasivas, como cambiar los zapatos o cambiar la comida por otra cosa que saben que no hicieron hoy, o desvanecer cosas menores como un cepillo de dientes.