No. No es normal estar continuamente enojado, punto. ¿Estás en el dolor físico? Por ejemplo, cuando tengo dolor de espalda, descubro que tengo mal genio y me enojo fácilmente.
De lo contrario, hable con un consejero capacitado para identificar la fuente de su enojo y para ayudarlo con el manejo del enojo. Si no tiene acceso a un consejero, a un anciano, a su médico o a un amigo de confianza, podría funcionar.