Por supuesto .
Los sentimientos son como las olas en los océanos: vienen y van, luego vuelven, vuelven a ir. Somos criaturas sociales, es casi imposible olvidar a las personas con las que hemos salido. Puede que no pensemos en ellos todos los días, pero al menos una vez al año cruzan nuestras mentes y nosotros cruzamos las suyas.