Hoy en día, es más común ver a la gente creer que ellos, por un lado, son los seres humanos más informados presentes en toda la tierra y que todos los demás son más bien una vida pobre.
El sentimiento de superioridad fluye junto a la sangre dentro de sus venas.
Sin duda, es absolutamente importante creer en uno mismo y usted sabe que tiene fe y confianza; pero el problema surge cuando esta “confianza” fluye demasiado por encima del límite.
Dichas personas, a sabiendas / sin saberlo, ( preferiría creerlo a sabiendas, jajaja) comienzan a actuar no solo en sus vidas, sino también en las suyas. He estado alrededor de esas personas que creían que eran las mejores, ya fuera por tener algunas opiniones, hacer algo o incluso juzgar a otras personas. Y, para ser honesto, preferiría decir que quedarse con esas personas es victimizar voluntariamente a su propio yo. Como ves, nunca te dejarán tener tus propias opiniones en la vida, nunca, confía en mí. Y pronto, sin siquiera darse cuenta de sus opiniones y puntos de vista, comenzará a fluir en la misma frecuencia que la de ellos. Estarán disparando balas, manteniendo el arma en tu hombro. Y usted, inocentemente inconsciente, se alegrará de su compañía solo porque cree que le brindan “apoyo”.
- Incluso si las personas son libres de usar cualquier cosa de su elección, ¿tiene esto sentido?
- ¿La gente elige hacer cosas malas?
- ¿Crees que hay posibilidades de que la vida te castigue por las cosas malas que has hecho? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Por qué algunas personas eligen hacer cosas malas sabiendo perfectamente las consecuencias de tal acción?
- Si eres muy útil y la gente te usa, ¿deberías cambiar tu naturaleza o seguir siendo el mismo?
El problema es el ego. Tú sabes, yo creo: el EGO está eliminando a Dios. Cuando comienzas a considerarte a ti mismo como siempre correcto, sin siquiera dar un beneficio de duda a tus propias faltas y errores, bueno, ese es ciertamente el punto en el que comienzas a considerarte por encima de Dios. Y ahí es donde tu ego comienza a consumirte. Tales personas envenenan tu vida. Manténgase a kilómetros de distancia de ellos.
La mejor manera (probada y probada) de tratar con esas personas es distanciarse de ellas tanto como sea posible. No puedes luchar contra ellos y no sirve de nada. Ponerse de pie contra ellos no sería nada diferente que golpear su cabeza contra una pared. Ellos no cambiarán. Y tienes cosas mucho más importantes y hermosas que hacer en la vida.