Primero y más formal – el miedo. El final siempre está cerca. El enemigo siempre está en la puerta, el cielo siempre está cayendo. Incluso los mejores y más honestos políticos estimulan el miedo como un poderoso motivador. A veces deberíamos tener miedo, ¿pero de todos y todo lo diferente? De Verdad? Los políticos de todas las tendencias también utilizan el orgullo, la justicia propia y la ira. Y lo peor de los políticos suscita el odio.
Sin embargo, no todas son malas noticias. La compasión entra allí también, como cuando algunos políticos hablan por los pobres, por los refugiados. Además, la esperanza de que las cosas puedan mejorar.