Es porque la mayoría de las veces las personas aconsejan lo que querían hacer en la vida, no lo que hicieron.
Por ejemplo, pueden aconsejarte que estudies bien, pero en realidad no habrían obtenido un buen título de la universidad de renombre.
A veces quieren decirle algo a alguien para demostrar que son sabios.
Algunas personas no tendrán ninguna experiencia de primera mano con lo que están aconsejando, sino porque lo leen en algún lugar o lo escuchan de alguien.
Pero si escuchas el consejo de alguien que realmente hizo lo que está diciendo, entonces no te sentirás irritado, sino que te inspirará.
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En realidad, las personas que son sabias no hablan demasiado y dan consejos gratuitos a menos que alguien les pida una opinión.