Busca personas con las que tengas algo en común. Personas en tus clases, en cualquier club en el que estés o puedas unirte.
Haz que sea menos un problema de raza y más sobre cosas en común. La vinculación a través de programas de televisión, pasatiempos, deportes, etc. son excelentes maneras de enfocarse menos en la raza que en el personaje.
Sé consciente de las señales sociales. ¿Cómo te responde esa persona?
Ser uno mismo. No intentes más de lo que normalmente harías.
- ¿Cómo puede un padre lidiar con un hijo adulto (48 años) que es verbalmente cruel y alberga resentimientos de la infancia?
- ¿Por qué odio tanto a mi grupo étnico?
- ¿Son los argumentos en línea menos productivos que las discusiones en persona, especialmente sobre temas delicados?
- ¿Qué podemos atribuir a nuestro propio gusto, en todo caso?
- ¿Qué se siente al ser amigos cercanos con alguien acusado (y posiblemente culpable) de un crimen horrible?
Y recuerda: no hay nada mágico en los blancos. Tienen las mismas emociones, problemas, aspiraciones, vulnerabilidades, etc. que tienen las personas de otras razas.
Buena suerte