En mi opinión, la mejor manera es simplemente ignorarlos. No obtendrán nada de sus celos excepto una baja confianza en sí mismos y una mente no pacífica. Por otro lado, no obtendrás nada de pensar en sus celos, excepto una mente perturbada.
¡Así que ignóralos y sigue tu camino alegre!
Si se ponen demasiado molestos, repórtelos a alguien que tenga control sobre la situación.