A menudo, en la sociedad, una persona sensible se considera débil y las personas sensibles se lo toman en serio.
Digamos que tu corazón es como un cuenco, y las palabras son como el agua. Usted mismo llena su cuenco (corazón) con las palabras que toma en serio, ya sean buenas o malas. Eventualmente, su recipiente se llenará y si no toma el agua y la pone en el recipiente de otra persona, entonces el agua se desbordará y lo ahogará desde adentro.
Tome todo lo que su tazón puede manejar, así que básicamente le digo que incluso si se necesita un poco de valor, dígales, en lugar de ahogarse en el agua, hable con ellos y ellos le enseñarán a nadar.
🙂
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